Mis 10 juegos imprescindibles de Pokémon: Del Azul al Leyendas Z-A

Mis 10 juegos imprescindibles de Pokémon: Del Azul al Leyendas Z-A

Como fan de Pokémon desde los 90, he tenido la suerte de jugar a muchos de los títulos principales de la saga. A continuación, repaso mis diez juegos de Pokémon favoritos (en orden cronológico) y cuento qué los hizo especiales para mí. ¡Prepárate para un viaje nostálgico por la historia de Pokémon!

Pokémon Azul y Pokémon Rojo (Game Boy)

Pokémon Azul se lanzó en 1999 y fue mi puerta de entrada. Tenía algo mágico, incluso en blanco y negro. No sabíamos nada de IVs, EVs ni competitivos. Solo queríamos atrapar a todos, descubrir cuevas oscuras y flipar cuando alguien te decía que había un Pokémon llamado Mew que se podía conseguir con un truco. Pero lo cierto es que ese truco no existía: la única forma legal de conseguir a Mew era a través de eventos especiales en Japón o con dispositivos como el Game Shark.

Eso sí, los glitches eran reales, como el famoso MissingNo., que podía corromper tu partida si te pasabas de curioso. Y aún así, lo intentábamos.

Pokémon Oro y Plata (Game Boy Color)

Después llegaron Pokémon Oro y Plata en 2001, y madre mía… qué locura. Pensábamos que era simplemente una nueva generación con 100 Pokémon más, pero nadie estaba preparado para lo que se venía. Día y noche, crianza, dos regiones en un mismo juego (¡dos!), y el regreso a Kanto tras pasarte la Liga.

Eso fue inolvidable. Además, el cartucho tenía un reloj interno que hacía que las cosas pasaran a ciertas horas del día. Una maravilla para su época. Es aquí donde la saga tocó techo en ambición… aunque esa energía no siempre se mantuvo después.

Pokémon Rubí y Zafiro (Game Boy Advance)

En 2003, con Rubí y Zafiro, el salto visual fue brutal. Todo se veía más nítido, más colorido. Introdujeron las habilidades y las batallas dobles, cosas que hoy en día se dan por hechas pero que en su momento fueron una revolución.

La región de Hoenn, con tanto mar y secretos, me hizo perder muchas horas. A nivel personal, fue donde empecé a interesarme por entrenar bien a mi equipo. Aun así, noté que el ritmo de evolución empezaba a bajar. Visualmente era mejor, sí, pero se sentía familiar, incluso predecible.

Pokémon Diamante y Perla (Nintendo DS)

En 2007, Pokémon Diamante y Perla marcaron el inicio de Pokémon en Nintendo DS. Lo de poder intercambiar con gente del otro lado del mundo me voló la cabeza. Y con el paso al 2.5D, las batallas ganaron dinamismo.

Sinnoh era una región con historia, mitología y una sensación de misterio que me encantaba. Ya no era solo avanzar y combatir: había algo más grande detrás.

Pero, a nivel general, muchos fans empezaban a notar que la fórmula apenas cambiaba, y que Game Freak se volvía cada vez más conservadora.

Pokémon Blanco y Negro (Nintendo DS)

En 2011, Pokémon Blanco y Negro llegaron con una propuesta muy valiente: nada de viejos Pokémon durante la historia principal. Todo era nuevo.

Al principio no me convencía, pero acabó siendo una de las historias más maduras de la saga. Se notaba que querían contar algo diferente, y lo consiguieron. Incluso añadieron secuelas directas, cosa que nunca habían hecho.

Aquí se agradeció mucho el esfuerzo narrativo, aunque a nivel técnico, el juego se seguía sintiendo estancado.

Pokémon X y Y (Nintendo 3DS)

Con X e Y llegó el gran salto al 3D en 2013. La primera vez que vi una megaevolución en acción se me quedó grabada. Kalos tenía ese aire europeo elegante, y aunque no era la región más profunda, me pareció una gran forma de renovar la saga para una nueva generación.

Además, fue la primera vez que el lanzamiento fue mundial, así que todos empezamos la aventura al mismo tiempo. Eso sí, pese a todo el cambio visual, la estructura del juego era la de siempre.

Pokémon Sol y Pokémon Luna (Nintendo 3DS)

Pokémon Sol y Luna rompieron más esquemas aún en 2016. No había gimnasios, sino pruebas. Nos mandaron a Alola, una región inspirada en Hawái, y todo se sentía muy relajado… hasta que la historia empezaba a complicarse.

Las formas regionales como Vulpix de hielo o Raichu surfero fueron un acierto, y los personajes tenían más personalidad que en entregas anteriores. Fue una entrega divertida, aunque los más veteranos seguíamos esperando un reto mayor.

Pokémon Espada y Pokémon Escudo (Nintendo Switch)

Con Pokémon Espada, la saga aterrizó por fin en Nintendo Switch en 2019. La Zona Silvestre fue lo mejor: una gran área abierta llena de Pokémon que aparecían según el clima.

Aunque no terminé el juego, me gustó mucho cómo se sentía el mundo más vivo. Eso sí, muchos fans discutieron por la Pokédex incompleta o la calidad gráfica, que sinceramente, era bastante floja para una consola como Switch.

Aquí Game Freak recibió muchas críticas por la falta de ambición.

Pokémon Leyendas: Arceus (Nintendo Switch)

Si hablamos de evolución, Pokémon Leyendas: Arceus fue lo más distinto que se ha hecho. Se estrenó en 2022 y fue un experimento valiente, sin gimnasios, sin combates tradicionales por turnos, sin multijugador.

Todo se centraba en la exploración, la captura y en reconstruir la historia del mundo Pokémon. Me enganché a lo bestia.

Por fin algo distinto, fresco y con identidad propia. Una señal de que Game Freak sí puede arriesgar… cuando quiere.

Pokémon Escarlata y Pokémon Púrpura (Nintendo Switch)

Escarlata y Púrpura fueron muy ambiciosos. Por primera vez y ya en 2022, un mundo abierto de verdad.
Paldea, inspirada en España, me encantó. Ver referencias a nuestra cultura, regiones y expresiones fue un puntazo.

El juego salió con muchos fallos técnicos, y eso empañó bastante la experiencia. Visualmente estaba muy por debajo de lo esperado.

Aun así, la libertad de exploración y el multijugador fueron pasos en la dirección correcta.


EXTRA: Leyendas Pokémon: Z-A (Nintendo Switch 1 y 2)

Y ahora, con todo esto, llega el futuro: Pokémon Legends: Z-A. Saldrá el 16 de octubre de 2025, pero ya me tiene con el hype por las nubes.

Se ambienta en Ciudad Luminalia, en Kalos, y todo apunta a que volverán las megaevoluciones.
Lo interesante es que saldrá tanto para la primera Switch como para la nueva Switch 2, lo cual da a entender que será gráficamente potente, pero accesible para todos.

Si sigue el estilo de Leyendas Arceus pero en un entorno más urbano, puede ser una combinación ganadora. Aunque eso sí: espero que esta vez no se queden a medias.


Pokémon ha cambiado muchísimo con los años. Algunos juegos me han marcado más que otros, pero todos han aportado algo único.

Desde aquella primera partida en Pokémon Azul hasta lo que se viene con Z-A, esta saga me ha acompañado en casi todas las etapas de mi vida.

Y si algo tengo claro es que, mientras sigan sacando juegos, yo seguiré atrapándolos todos… aunque espero más de ambición y más mejoras a nivel técnico y visual.

Referencias y fuentes